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Zoología
INVERTEBRADOS
Equinodermos - 1ª parte
os equinodermos son un grupo de metazoos exclusivamente marinos, tales como los erizos o las estrellas de mar.
Se trata de animales triploblásticos, de simetría bilateral durante la fase larvaria y pentarradial cuando alcanzan el estado adulto. Están formados por un exosqueleto externo de placas dérmicas calcáreas con espinas o acúleos (aguijones); precisamente, el término equinodermo significa piel con espinas.
Los equinodermos son animales bentónicos (que viven en el fondo marino). Presentan poca movilidad aunque pueden permanecer fijados a las rocas u otras superficies, ejemplo de los lirios de mar. Sus formas pueden ser globosas, como el erizo de mar; estrelladas, como la estrella de mar y ofiura; plumosas, como la comátula (crinoideos de los géneros antenodon y leptometra); y como un saco alargado o sacciformes, como los holoturias.
Los equinodermos, como las estrellas de mar (asteroideos), son animales bentónicos (que viven en el fondo marino)
El tubo digestivo de los equinodermos es sencillo, pero con un gran estómago en el caso de las estrellas de mar; su terminación, el ano, está situado en el polo o cara aboral (inferior), que se encuentra en contacto con el fondo marino, y a cuyo alrededor están dispuestas las placas genitales; por su parte, la boca se sitúa en la cara oral (superior).
El sistema nervioso consta de un nervios radiales que parten de unos anillos que rodean el esófago. Como no poseen aparato excretor eliminan los residuos a través de la epidermis. Próximas a la boca presentan las branquias (en número de 5), que utilizan como aparato respiratorio.
Anatomía interna de una estrella de mar
Este grupo de metazoos posee una característica peculiar y exclusiva, el llamado aparato ambulacral, consistente en un sistema de conductos y vesículas llenos de agua que se comunican entre sí que, además de servir de sistema circulatorio, cumplen una función de locomoción, gracias a los llamados pies o pedicelos ambulacrales. Estos "pies" tienen la capacidad de alargarse, contraerse, fijarse al sustrato o facilitar la locomoción al animal; la turgencia de los pedicelos que permiten estas funciones son conseguidas regulando la cantidad de agua de su interior.
La reproducción de los equinodermos es sexual por lo general, mediante sexos separados y fecundación externa.